De acuerdo con el informe “How Financial Services are taking a sustainable approach to GDPR compliance in a new era for privacy”, publicado por Deloitte, el 46% de las entidades financieras afirman no haber llevado a cabo una inversión relevante para adaptarse al nuevo RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) o GDPR, por sus siglas en inglés.
Esto se debe a que su propia normativa sectorial de la banca y el resto del sector financiero siempre ha sido especialmente estricta en lo que se refiere a la protección de datos de carácter personal.
Al fin y al cabo, su actividad exige la recopilación y utilización de esta información, para llevar a cabo los correspondientes análisis de riesgo y tests de idoneidad en la venta de productos financieros.
En definitiva, su proceso de adaptación a la nueva legislación ha requerido un menor esfuerzo, en comparación con otros sectores.
Ahora bien, esto no significa que el sector financiero sea ajeno a los riesgos y las correspondientes sanciones, como consecuencia del incumplimiento del RGPD.